Sin duda, los niños son el mayor tesoro de la humanidad y su futuro depende de garantizar su bienestar. En este sentido, diversos estudios precisan que la pobreza priva a los niños del derecho a una vida digna. Los niños de Uganda son un claro ejemplo de esta difícil situación. La presente fotografía fue tomada en una visita realizada a una familia en la aldea de Kasokoso, a unos 50 km aproximadamente de la capital Kampala. En la imagen se puede apreciar como los niños pese a las limitaciones de infraestructura en sus hogares pasan sus días a base de experiencias que están a su alcance. A nivel personal, puedo comentar que en el momento en que llegue al lugar me conmovió bastante ver este panorama (acostumbrado a llegar al salón cuando voy de visita; sentarme en el comedor…). Destaco el gran corazón y lado humano que tienen estas personas pese a su vulnerabilidad. Por ende, comparto esta imagen donde se aprecian a los niños comiendo, así como sus miradas reflejaban sueños, necesidades, alegrías, tristezas, entre muchas cosas más. Como dice la frase: “Cuando somos niños, la vida es de colores y las emociones son mayores”. A la fecha, Kitega Comunity Centre en sociedad con la UPV vienen trabajando de manera activa para fomentar el desarrollo sostenible de estas familias, muchas de ellas dedicadas a la agricultura como única fuente de ingresos.